Antonio Romañá Pujó nació en Barcelona en el año 1900 y se unió en la Compañía de Jesús con 17 años. Estudió Matemáticas y Física en su ciudad natal de 1922 a 1930, obteniendo en doctorado en Madrid. Empezó a trabajar en el Obervatorio Astronómico de la Universidad de Viena, pero más tarde volvió a España para trabajar en el Observatorio del Ebro, fundado por los jesuitas en 1904 y en el que trabajó como director hasta 1970.
Dedicó parte del esfuerzo de su vida profesional a la investigación del campo magnético de la Tierra y a descubrir el origen de las tormentas magnéticas y dirigió la Asociación Internacional de Geomagnetismo y Aeronomía.
En el 1966 ingresó en la Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, donde dio un discurso sobre Cosmología.
Recibió algunas condecoraciones, como la Gran Cruz de Isabel la Católica y, asimismo, fue miembro de la Légion d’Honneur francesa.
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